Los giros,
como los saltos, presentan componentes lúdicos, de reto y de riesgo,
por lo que resultan altamente motivantes para los niños.
Los giros
están muy ligados al equilibrio y al sentido cenestésico. A través de este
sentido el cuerpo recibe diferente información respecto al movimiento, la
postura, el grado de tensión de los músculos, lo que contribuye a que el niño
conozca mejor su cuerpo y su esquema corporal.
Uno de los
aspectos que mejora considerablemente con el trabajo de giros es la percepción
espacial. Cuando realizamos los giros se produce un cambio de orientación,
pasando de una posición inicial a una posición final, lo que conlleva un ajuste
en la percepción del espacio.
Los giros
contribuyen a una maduración neuromuscular al exigir un control postural más
intenso y consciente en comparación con otras habilidades más habituales.
EJES Y
PLANOS CORPORALES
Existen diferentes
tipos de giros, todos ellos determinados por el eje sobre los que se
desarrollan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario